Justo en ese momento teníamos un local alquilado en el centro de Sant Cugat. Casualidad o no, el inquilino se fue dejandoç el local libre y sentimos que teníamos delante una oportunidad única.
Nos hacía mucha ilusión seguir con el legado familiar, ya que años atrás había sido el negocio de nuestros padres y nuestros abuelos. Teníamos muchas ganas de volver a llenar de buenos recuerdos aquellas cuatro paredes de la antigua Carbonería.
Como vecinos del barrio, echábamos de menos tener cerca una tienda donde comprar los productos que consumíamos en casa. Productos ecológicos de proximidad, fruta y verdura madurada al sol, llena de sabor y alimentos naturales más saludables y respetuosos con el medio ambiente.
Así que decidimos embarcarnos en esta aventura para aportar nuestro granito de arena en el cambio que deseamos ver en el mundo.